viernes, 14 de febrero de 2014

One Shot-She is so Sweet-Tercera Parte-

Ella es tan Dulce

Tercera Parte.

El restaurante estaba repleto de personas vestidas formalmente, Miley sintió un nudo en la boca del estomago mientras entraba, técnicamente arrastrada por Kat, sintió el golpe de la traición al mirar la sonrisa de su amiga ante la tristeza de ella.

No quería estar ahí, presentía lo que pasaría y sabía que se le rompería el corazón.
Su mirada cayó en el pastel que se encontraba en el fondo del restaurante y su nudo en el estomago se apretó aun más.

No pasaría…Nick no se comprometería, no frente a ella ¿o sí?

Se sentía *beep* con aquel vestido verde oscuro, se lo había puesto est/úpidamente para que Nick le dijese que sus ojos se veían preciosamente dorados, felinos les decía él.

Pero ahora no quería resaltar, no quería que nadie la viera, quería ser invisible y su mirada volvió a caer en aquel pastel y casi gimió como un cachorrito herido.

Que mie/rda…

Giro su cabeza y clavo los tacones de sus zapatillas en el suelo, mientras sus ojos se abrían con incredulidad.

¡No podía ser!

Hija de pu/ta.

Todo razonamiento se borro de su mente cuando miro a la rubia de la noche anterior, entrecerró los ojos clavándolos en ella, Lucy…—el nombre fue como un susurro en su mente.

Ella reía alegremente mientras conversaba con la madre de Nick, los celos la golpearon a tal punto que jamás, jamás en su vida creyó que celaría tanto a la madre de Nick.

Que Lucy no tuviera un contusión justo ahora era prueba del escaso control que Miley tenía, su deseo hubiera sido quitarse la zapatilla lanzarla con toda su fuerza contra la cabeza de la rubia, las rubias son huecas, pensó, y tan pronto como lo pensó se arrepintió al recordarse que ella tenía amigas rubias muy inteligentes.

Pero, agrego obstinada, eso no quería decir que esta fuera inteligente.

Ni siquiera era natural, ahí muy claro se notaba la raíz negra que tenía, agrego con veneno.

—Si no quitas esa cara, todo mundo pensara que estas estreñida—le murmuro Kat.

Se sintió más herida al ver que Kate parecía disfrutar de su situación.

—Estoy estreñida—le susurro colérica—Me estriñe la idea de no poder estampar mi zapatilla en su cabeza y…

—No te atrevas a hacer nada esta noche Miley —la amenazo—Iré por unas margaritas las necesitamos—le dijo extrañamente temblorosa.

Con una mueca y un movimiento de muñeca Miley la observo irse durante tres segundos y regreso al escrutinio de la bruja de narnia.

—Ese es un bonito apodo—farfulló.

Habían venido en su camioneta y ella tenía las llaves, miro la puerta con añoranza.

—Te estás divirtiendo—susurraron en su oído.

 Siento más deseos de que me saquen una muela.

—Sí—escupió a fuerzas—Muy bonita tu fiesta—farfullo agria—Y ni hablemos de la novia luce bellísima—mintió  descaradamente—Quizás si se opera las arruguita que tiene en la frente y retoca su tinte y fuera un poco más alta —trato de detenerse pero las “y” continuaron saliendo de sus labios—…y una liposucción le caería de perlas—de acuerdo se iría al infierno y esa mujer moriría si adelgazaba un poco más, diablos si hasta verla la hacía sentir gorda.

Estaba tan concentrada dictando su lista de inconformidades, que no noto la mirada risueña que se pintaba en el rostro de Nick.

—¿Tú crees? —le susurro aun tras ella.

Miley lucho contra los deseos de recostarse contra el torso de Nick. Abrió la boca para contestar pero Nick hablo otra vez obligándola a callarse.

—A mi me parece que luce bellísima incluso más que la noche anterior—pensó Nick recordando a Miley en bata y después ese desnudo trasero contra su entrepierna—Aunque desnuda definitivamente se ve mejor—agrego.

Los colores abandonaron el rostro de Miley, agradeció que el maquillaje la cubriera.

—No me interesa tus intimidades Nick—su voz sonó más grosera y se odio por eso, no quería que el viese cuan enoja estaba.

Se estaba divirtiendo de lo lindo con ella, pensó Nick.

Se lo merecía, agrego, por no haberle dicho lo que sentía, por haberlo tenido en una montaña rusa de emociones y por ser tan tercamente…dulce.

Lo que había hecho en el pasado y la noche anterior hicieron que el pecho de Nick se hinchara de ternura.

Lo sentía por las mujeres con las que salió pero, cuando había visto el video en el que se veía claramente a Miley le fue inevitable no romper en carcajadas al recordar los años pasados.

¡Y él creyendo que Miley lo veía como un amigo!

Nada más ver el video su temor de que ella lo rechazara paso al olvido, apretó con ternura su bolsillo derecho.

Ahí estaba la cajita de terciopelo y dentro estaba el arma con que amarraría a Miley a él para siempre.

Se había puesto histérico cuando Lucy quería ir a gritarle que el solo ensayaba con ella y que en verdad todo aquello era solo un ensayo de lo que Miley interpretaría.

Pobre Lucy, aunque ya había perdonado a Miley o eso creía Nick.

—Te vez muy bella Miley.

Ella bufo.

—Me encanta como se te ve el cabello, siempre me ha gustado que lo lleves largo.

Otro bufido.

Nick sonrió.

—Y tus ojos lucen preciosos, es como oro liquido.

—Siempre me lo dicen—farfulló.

—Eso es mentira yo soy el único que te dice eso—coloco una de sus manos en su espalda y la subió lentamente hasta tocar la piel que dejaba al descubierto el vestido.

La sintió tensarse.

—¿Qué haces?

—Veo si eres de carne y hueso—su mano subió y se perdió en el cabello de Miley hasta acariciar su cuello.

Tan pronto como la caricia llego se fue.

Miley casi gimió  de impotencia.

—Soy de carne y hueso ¿comprobado?

—Aja—contesto y se retiro.

Giro la cabeza con la incredulidad pintada en el rostro.

¡Se fue!—chillo en su mente.

Vio a Kat acercarse con las margaritas.

—¡Hey! —reprocho, cuando Miley le arrebato una de las manos—Se te va a subir—reprocho cuando ella se todo de un golpe.

—Ojala me emborrache lo suficiente.

Le paso la copa vacía y a continuación le quito la suya tomándola de dos tragos también.

—Miley—sus palabras quedaron muertas cuando ella coloco su mano en su boca cubriendo así sus labios—¿Qué haces? —balbuceo tras su mano y después Miley sintió algo caliente tocar la palma de su mano.

—¡Qué asco Kat! —gruño y pensó limpiarse en su vestido pero miro a Kat y se limpio en ella.

—No hagas eso—chilló

—Es tu baba.

Se alejo de ella dirigiéndose hacia la puerta.

Kat dejo rápidamente las copas en la mesa y corrió hacia ella.

—¿A dónde vas?

—A la camioneta por la cámara—gruño—¿Por qué?

—Te acompaño—le tomo por el codo pero Miley no se movió un ápice.

—Tú te quedas aquí y yo iré, sola—recalco la última palabra.

—Eres capaz de irte y no regresar.

—No me iré a ningún lado—afirmo.

—Y ya te creí.

Exasperada Miley se froto la mano contra la frente.

—Tan solo necesito un respiro—le gruño—Me enferma estar aquí en la fiesta de compromiso de Nick con esa bruja de narnia.

Por un momento creyó que Miley sabía que la fiesta era para ella y Nick, pero cuando agrego lo último casi estalló en carcajadas.
Miley era igual de ciega que Nick y el pueblo era un bruto por no decirles a estos dos lo que se veía en ellos cuando estaban juntos.

—De acuerdo, pero no tardes.

—No lo hare—prometió.

Kate se quedo dudosa de su “no lo hare”

No lo hare de “me tardara mucho” o no lo hare de “si vendrá pronto”.

—Frankie—susurro Miley al niño sentado junto con otros más en el área de juegos—Ven acá.

Él la miro con recelo y después sacudió su cabeza de forma negativa.

—No quiero más problemas.

Miley frunció el ceño, saco un billete de veinte dólares y los sacudió frente a ella.

Tan pronto miro el dinero las cejas de Frankie se alzaron con interés, se despidió de sus amigos y se acerco a ella.

—¿Cuál es el plan? Y con qué trabajaremos.

Miley sonrió, este niño ya la conocía.

—Pólvora.

Sus ojos se iluminaron acepto el billete metiéndolo en su bolsillo.

Cinco minutos después Miley y Frankie se encontraba caminando discretamente alrededor del salón, cada uno por un lado diferente.

El plan era colocar la pólvora tras el pastel y así cuando la bruja de narnia se acercara Miley lanzaría por causalidad una velita y ¡boom!

Por dios ya sentía la adrenalina de todo eso.

Sabía que Nick se enojaría pero él la había retado al decirle todo aquello de desnuda, diablos, si hasta se sintió a punto de vomitar de imaginarlo desnudo en la cama con ella.

La bolsita de Frankie se atoro en una esquinita de la puerta, la jalo y fue inconsciente del oyó que se realizo a esta.

Miley camino por el lado contrario rodeando todo, si iban los dos juntos sospecharían.

Cada uno por su lado.

Ella llego antes, ese era el plan.

La vio colocar una gran cantidad de pólvora.

Cuando Frankie se acerco noto que su bolsa ya casi no contenía nada.

¡Diablos!

Miro con discreción hacia atrás, ahí estaba toda la pólvora en un caminito hasta él y a sus pies se empezaba a formar una montañita.

Coloco lo que quedaba tras el pastel.

Pensó en ir a decírselo a Miley, pero él sabía que esa pólvora no era peligrosa, ella utiliza de esa que soltaba destellos pero en gran cantidad sí que explotaba.

No pasaría nada—se dijo—Además ella le quitaría el dinero si se lo decía.

Dos  horas después la mentira lo carcomía ya se acercaban al pastel su mamá y la amiga de Nick, Lucy.
Él corrió tras Miley llego demasiado tarde ella lanzo el cerrillo y Frankie jalo su vestido le grito lo que había pasado.

La vio abrir los ojos y correr tras la pólvora intentando inútilmente cortar la línea de fuego.

Nick corrió también al igual que Kat la amiga de Miley.

Miley las empujo y ellas cayeron demasiado cerca para su gusto de donde estaba la pólvora.

De pronto Miley estaba tras el pastel intentado quitar la pólvora, ni siquiera la toco cuando esta exploto y lleno su cara de humo y pastel muchísimo pastel al igual que su cuerpo, Nick al igual que Kat fueron alcanzados por el polvo de la pólvora pero de de pastel.

La línea de fuego siguió y cuando se prendió el resto de la pólvora su madre y Lucy quedaron con pólvora el  rostro y vestidos también.

Para su desgracia Frankie recordó donde se le podía haber roto y el lugar donde había esperado a que Miley se adelantara justo cuando el área de bebidas estallo, la fuente de chocolate salpico a varios y las bebidas salieron volando, los meseros soltaron las copas y todo se redujo al ruido de las copas cayendo y al ruido de la pólvora extinguiéndose.

—¡Mamá te juro que fue Miley quien me obligo! —chilló Frankie cuando miro a su alrededor.

Miley salió tras la mesa con el cabello alborotado las mejillas rojas y llenas de pólvora y betún de pastel.

—Te pague veinte dólares—grito—Bien te podías haber negado y esto—grito señalando los destrozos fue…

El grito del dueño del restaurante interrumpió lo que sería la clara culpabilidad de Frankie en el asunto.

El dueño un mexicano de cincuenta y cinco años, con una ley de cero tolerancia, llamo a la policía y de pronto en menos de media hora se encontraban todos los presentes tras las celdas de la delegación con el constante ruido de las patrullas rompiendo el silencio de la delegación.

 Así que con ese pensamiento se sentó en la silla que le ofrecían la cual tenía una bolsa negra abierta cubriéndola para que ella no la ensuciase, igual que la de Nick.

Ofendido por la bolsa Nick se quedo de pie mientras que Miley tomaba asiento.

—Bueno Miley, según dicen tú fuiste la responsable de todo esto.

—Esto…no exactamente—empezó—Un poco sí—acepto al ver la incredulidad de Nick por atreverse a mentir—De acuerdo fue 75% culpa mía.

—¿Y el otro 25 %?

—De F... —no podía decir Frankie pobre niño, pensó y después recordó como la culpo frente a todo y luego recordó aquellos ojos tan parecidos a los de Nick—La pólvora—termino diciendo, ya ajustaría cuentas con Frankie después.

—Pólvora que tú colocaste—recalco Mónica—Dime algo Miley ¿Por qué?

—Algo Miley ¿Por qué?—dijo ella rápidamente.

Y todo quedo en silenció, poco después Mónica entendió que Miley había dicho aquello la muy astuta bromea incluso ahora.

Con una sonrisa irónica corrigió su pregunta.
—Era solo una broma—eso no era mentira se dijo Miley, era una broma para Nick, solo que no dio mucho resultado.

—¿Y porque la broma?

¡Listooooooooooo!

La tenia acorralada ¿Por qué la broma?

Porque… Nick me confesó sus actividades sexuales con la bruja de narnia que tiene por novia y yo me puse celosa, por eso.

Y tan pronto término de pensar en eso cubrió sus labios con las manos.

¡Mie/rda! Lo había dicho en voz alta.

Oh buen dios—pensó histérica.

—¿Qué? —la palabra salió al unisonó de Nick y Mónica, Nick tenia las mejillas teñidas de rojo y Mónica mordía su labio inferior por dentro intentando sin buen resultado no soltar una carcajada.

—De todas las cosas…—murmuro Nick ruborizado hasta la nariz.

Mónica aulló de risa.

—Lo siento no quería decir eso…

Mónica se llevo las manos al vientre mientras lagrimas salían de sus ojos.

—Oh dios—grito Miley ahora con las mejillas rojas y los ojos como platos.

Mónica jadeaba cuando se levanto y rompió en temblores cuando miro lo rojos que estaban ambos.

—¡Bruja! — grito Nick—Me refería a ti—grito, los que estaban en la celda escucharon los gritos—Tenía que saber que no podía tentarte tantito sin que tu cerebro loco rompiera a hacer una de sus miles de travesuras.

Mónica con ambas manos en la boca y sacudida por la risa veía como ambos intercambiaban ataques.

—¿Bruja? —grito Miley —No soy una bruja—su voz fue subiendo de tono—La bruja es esa novia teñida de rubio, porque es un rubio falso y fue de pésimo gusto tu “tentarme” diciéndome que ella se ve mejor desnuda—Miley abrió los ojos nuevamente—¡Oh dios! —grito.

—¡Anda grítalo! —le grito Nick.

El bochorno de Miley paso a la furia.

—¡No me grites! Me pone de nervios que grites y me haces decir cosas que no quiero decir—grito.

Todo quedo en silencio y Mónica ya más tranquila interrumpió la pelea de miradas que mantenían.

—¿Alguien tendrá que pagar por los daños del restaurante?

—Yo lo pagare—dijo Miley y Nick al unisonó.

—Yo lo pagare—repitió Miley.

—Esa fiesta era mía—recordó Nick.

—Y yo la arruine—ataco ella.

—Ya dije que…

—Porque no mitades—sugirió Mónica —Serán a mitades y sin discusiones, de lo contrario todos pasaran la noche en las celdas ¿algún comentario?

Miley cruzo los brazos sobre el pecho y gruño un no, al igual que Nick.

Cuando Miley salió de la oficina Nick se detuvo en el marco y miro a Mónica.

—No le aceptes el dinero—le murmuro—¿Tienes tu el anillo?

—Aquí mismo—ella le extendió la cajita—Le aceptare el dinero si no quiero que se ponga a gritar, sabes que tengo razón.

—De acuerdo—Nicholas miro la cajita.

—Ya te arrepentiste.

—Qué ¿de pedirle que se case conmigo?

—Exacto.

—Ni en mil años—le dijo con sonrisa risueña—La quiero demasiado a ella y sus travesuras.

—Suerte para ti—le dio un golpe en los hombros y cerró la puerta, Nick se aguardo el anillo.

Esa misma noche ya limpia y enfundada en un suéter de algodón que le llegaba hasta la mitad de los muslos.

Miley encendió el televisor de su habitación, Kat seguía demasiado enojada con ella así que lo más inteligente seria quedarse en su cuarto y no aparecer en su radar durante las próximas veinticuatro horas.

—Sí y también lo más inteligente es que no hubieras arruinado la fiesta.

Pero muy a pesar de todo no se arrepentía.

Escucho la puerta de abajo cerrarse, seguramente Kat se iría con alguna amiga y no regresaría hasta mañana.

Con un suspiro siguió viendo una seria televisiva que en otro momento la hubiera hecho reír.

—Miley.

La voz sonó como un susurro, Miley se giro y se encontró con Nicholas vestido de… traje—arrugo el ceño.

—¿Qué haces vestido así? —se levanto y estiro el suéter para cubrir más sus piernas.

El cerró la puerta y se acerco a la cama donde Miley estaba parada.

—¿Quería pedirte algo?

—Creía que seguías enojado conmigo.

El sonrió y Miley se derritió.

—Ya no cielo—le dijo y ella arrugo el ceño ante su palabra de cariño—Hoy por la tarde era a ti a quien me refería—le murmuro acariciando su cuello.

—¿Así? —dijo pero ella ya estaba en otro mundo al sentir su caricia.

—¿Cásate conmigo? —le murmuro contra la mejilla.

—Sí—susurro ella demasiado distraída para prestar atención—¿Qué? —gritó cuando reacciono, lastimado de su oído Nick se alejo—Bromeas ¿verdad?

Nick sonrió cuando vio la confusión en su rostro.

—No, querida no bromeo—la tomo de la cintura y la acerco a su cuerpo—Y tú—beso la punta de su nariz—Ya me dijiste que sí.

Entonces la beso, era el primer beso de ellos.

¡Oh por dios el primer beso!

Y Nicholas no era tierno, la beso con desesperación tomo rostro entre sus manos hundiendo sus dedos en el cabello de Miley.

Ella contesto de la misma forma y casi se desmaya cuando la lengua de Nick acaricio la cara interna de su labio inferior invitándola a abrir los labios para después atacarla con un beso apasionado, sus lenguas batallaron y las manos de Nick memorizaron el cuerpo de Miley con las manos.

Al tiempo que Miley se colgaba a su cuello y jadeaba ansiosa de más de ese afrodisiaco.

Nick busco a tientas la cajita de terciopelo, la abrió con las dos manos mientras Miley lo continuaba besando, saco el anillo y quito la mano izquierda que ella tenía sobre su cuello, a tientas le coloco el anillo y se dedico el resto de la noche hacerle el amor a Miley.

—Te quiero—le dijo entre beso y beso—Muchísimo.

—No más que yo—le dijo ella.

El resto fue una inevitable pelea de sexos.

—¿Por qué pusiste la pólvora? —le dijo sonriente—Y esta vez no tienes escape —agrego.


Fin...
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Espero que les haya gustado tanto como a mi...Feliz Dia de San Valentín.
Besos 

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