domingo, 23 de septiembre de 2012

I thought you never would







Y bueno, la hora había llegado. Eran las 7 en punto y debía salir rumbo al lugar en el que Nick y yo habíamos quedado en vernos.

¿Cómo era que esto había llegado tan lejos? Al principio, él solo era un chico que quería salir con mi mejor amiga, al cual estaba ayudando a aquello. ¿Cómo había terminado enamorada de él? No sé.

Nick Jonas. Él es el tipo de chico que usa camisetas blancas, grises y negras sin estampado, con cuello en V y pantalones normales. Ni muy holgados ni muy ajustados. Es serio, caballeroso, sincero, y es difícil de hacer enojar. Él sería el mejor presidente que podríamos tener. Creo que tiene una gran madurez, para su edad. Aunque, cuando tiene la oportunidad, o cuando la situación lo amerita, se comporta como un niño. Algo que amo de él.

Sus ojos. ¡Por todos los santos! Ojos cafés y pequeños. Ojos de regalo, como dice Emily, mi mejor amiga. ‘’¡Qué los abra!’’ le grita para molestarlo. Tiene la capacidad de hipnotizarme (e idiotizarme) con una sola mirada, de 3 segundos. Nariz respingada. Tiene  lunares esparcidos en zonas estratégicas. Tiene una preciosa (y provocativa) boca en forma de corazón.



El chico perfecto, ¿no?
¿Cómo lo conocí?
Bien. Principalmente, él toma el autobús a la escuela conmigo. Cielos, es difícil creer que jamás lo haya tomado en cuenta. Después de un año de tomar el autobús juntos, lo conocí, por medio de otro chico de mi clase.

-Quiere salir con Selena.

Fue lo primero que supe de él.
Vaya, en ese entonces, yo sólo lo veía como un chico guapo. Después de que mi amiga lo despreciara un sinfín de veces, él se rindió. Yo charlé con él, no más de 10 minutos. Le dije que un día mi amiga se arrepentiría de ello. Me sonrió.
Y, entonces, pasó…

En ese mismo instante, el corazón me palpitó con fuerza, el aire dejó de entrar en mis pulmones, el mundo entero dejó de existir, y lo único que pasaba por mi cabeza, era:

-Mierda…

¿Mierda? ¿Qué clase de pensamiento es ese? Se estarán preguntando.
Pensé eso, porque esas son las principales cosas que sientes cuando te enamoras.
Recuerdo que sacudí mi cabeza y le dije que tenía que irme a mi asiento a buscar mi celular. Él volvió a sonreír y me dieron ganas de golpearlo. Si volvía a sonreír me enamoraría más.

Los días siguientes, lo encontraba en todas partes en la escuela. Al ir al baño (él iba saliendo del de chicos, claro está), en la cafetería, en el enorme campus… ¡Vaya! Hasta en mis sueños aparecía el maldito.

-Ya me voy, mami-Besé su mejilla y salí corriendo, antes de que hiciera preguntas acerca de a dónde iba.
-No llegues tarde-Fue lo que alcancé a escuchar, antes de cerrar la puerta.
Nos empezamos a acercar. Hablábamos casi a diario, tanto en la escuela como en Facebook. De repente, parecía que éramos íntimos amigos.
Recuerdo el día que supo lo que siento por él. Fue un lunes, y yo iba entrando a mi salón. Joe, el chico por el que nos conocimos, me llamó del otro lado de la sala.


-¿Sí?-Le sonreí.

-Me dijeron algo y quiero que me digas si es verdad-

Me hinqué frente a su banco, quedando a su altura.

-Suéltalo-Le volví a sonreír.

-¿Te gusta Nick?-Oh, jod…

Me quedé en silencio, mientras mi amigo reía y me pedía una respuesta, hasta que dije:

-Mi silencio te lo dice, ¿no?-Entonces, se puso de pie, me hizo ponerme de pie y me abrazó.

-¡Oh, Miley!-Me estrujó fuertemente y yo reí.

Días después de eso, yo me digné en hablarle y preguntarle si ya sabía. Él fue el primero en saber, según dijo.

-Primero, me sentí… extraño. No sé. Después, me puse a pensar, me empezaste a gustar y con el tiempo te empecé a querer.

Juro que el mundo se me detuvo. Era feliz, por primera vez luego de mucho tiempo.
Luego de semanas de coqueteo, bueno, pues, me invitó a salir. Y era justo a donde iba. A nuestra cita.
Ahí estaba él. Camisa color vino, pantalones grises y sus converse negros. Su cabello perfectamente peinado. Cuando me vio, una sonrisa nerviosa se asomó por sus labios.

-Hola-Saludó, moviendo la mano.

-Hola-Besé su mejilla y el corazón se me detuvo unos momentos.



Caminamos por ese pequeño parque por unos minutos, luego nos sentamos.
Escuela. Lo que habíamos hecho en este pequeño tiempo que llevan las vacaciones. Exámenes de segunda oportunidad. Vaya, estaba cansándome hablar de la escuela. Cambiábamos de tema, pero él insistía en saber mis calificaciones.

-¿Te he dicho que amo a Demi Lovato?-Lo había mencionado una, dos… tres mil veces. Tal vez más.

-Sí. Sé que te casarás con ella-Rió a carcajadas.

-No rías. Es real-Si bien, no es algo que escuches todos los días, yo lo decía por el gran amor y admiración a esa mujer.

-Un día de estos, ella caerá del escenario, habrá vidrios, y no, no pequeñeces, grandes vidrios que le atravesarán el corazón y morirá-Lo golpeé con fuerza.

-¡Calla! En tu vida digas eso. Doy mi vida por la de ella-Se echó a reír.
Y así, continuábamos peleando por lo mismo, hasta que me crucé de brazos y él sabía que en serio me había enojado.
-¡Miley! No te enojes-Me abrazó, haciendo que mi corazón se acelerara y la piel se me erizara.
-Sí, me enojo.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-No…
-Sí…

Lo miré. Nuestros rostros estaban separados por milímetros, lo que provocó que mi pulso se acelerara. Mi mirada iba de sus ojos a su boca, y la de él estaba igual. El ruido alrededor se fue, al igual que el mundo entero. Sólo estábamos él y yo.
Y entonces, sentí la gloriosa presión de sus labios sobre los míos.

Era lento, suave, dulce, delicado. Pero, aunque lo fuese, yo no podía seguirle el ritmo. No me cabía en la cabeza lo que estaba ocurriendo, hasta después de 20 segundos, caí en cuenta de que era verdad que Nick Jonas y yo nos estábamos besando.
-Creí que nunca lo harías…-Susurré, separándome un poco de sus labios.
-Pero lo hice-Sonrió, antes de besarme de nuevo.




FIN:B
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apesar de que nadie comenta en este blog lo mismo subire one shot...asi que si lo leen espero que lo disfruten niñas...XD

sábado, 1 de septiembre de 2012

My life and My Truth...!


Querido diario 
me llamo Nick Jonas y soy nuevo esto esto se que es tonto por ser un hombre no debería de escribir en un diario pero esta necesidad de escribir mis sentimientos de soltar todo lo que tengo era algo que me mataba.
Asi que empezare por el principio cuando la conocí

Fue hace 13 años que conocí a Miley. Ella tenía apenas 16 años, tenía unos ojos grandes color verdes y muy hermosos, una cabellera que me deslumbró. Fueron unos besos, tan solo unos besos que ella me dio, tomándome con su dos manos. Unos besos que al rozar nuestros labios, y que hasta el día de hoy, guardo su aroma, y siento esa sensación. Han pasado 13 años y la sigo amando tanto o más que en ese año, por nada ha cambiado en ese sentimiento que nació puro y sincero. Te sigo viendo, con esos ojos hermosos, con tu cabellera larga, esa sonrisa con carita de yo no fui. Siempre te he recordado y siempre te recordare. Ojala pudiera voltear las hojas del tiempo hacia atras y poder disfrutar estos momentos y todos estos años perdidos contigo, años en los que me hiciste sentir, sufrir, pensar, querer, amar…. hasta el dia de hoy.

Solamente espero y deseo que la vida me entregue a su debido tiempo algo tan intenso, cicatrizante y marcante para el resto de mi vida, como fueron esos dias en mi vida que pude compartir con Miley. De ser asi, ojala con ella, poder volver a tenerla junto a mi. Quizas por ser un crio o quizas porque el destino lo quiso asi, no supe jugar bien mis cartas, ni supe valorar lo que tenia. Posiblemente miedo a la distancia, a no volver a sufrir como sufri aquel dia en el que me separe de ella sin saber que seria para siempre.
El simple hecho de volver a vivir la angustia que sufri la primera vez por alejarme irremediablemente de esta chica, una chica maravillosa, que en tan poco tiempo me pudo hacer sentir tanto y tan bien, me aterraba, me hacia sentirme una miserable mierda, incapaz de poder disfrutar de ella todo lo que me hubiese gustado disfrutar. El llegar a Barcelona, el tenerla tan lejos, el no poder besarla, abrazarla, no poder volver a oler su aroma, la dulzura de sus labios al besar.
A dia de hoy podria decir que he vivido un dolor similar en dos ocasiones a lo largo de mi vida. La perdida de Miley y la perdida de mi madre. Un dolor irremediable, inmedible, irreversible, insoportable, con el cual tienes que aprender a vivir, por las buenas o por las malas, si o si, porque no tienes vuelta atras. O aprendes, o te hundes.


Somos tan insignificantes que tenemos que darnos de bofetadas en la vida para apreciar lo que tenemos, lo que es el amor, el cariño, la compañia, el calor familiar…. Que triste es tener que perder a gente querida para darte cuenta de todas estas cosas tan basicas, que las hemos tenido desde el primer suspiro de vida y no las hemos sabido apreciar como es debido.
La realidad fue inminente. Casi tanto como la ruptura. Hablo de realidad porque es la que estoy viviendo a dia de hoy. Llamarme iluso, flipao, loco, lo que querais, pero sigo viviendo dia a dia con la esperanza de volver a cruzar nuestras vidas, hablar de lo ocurrido, de los fallos que tuvimos, de sincerarnos, solucionar las tonterias del pasado y abrir nuestros corazones para poder compartir nuestras vidas, nuestras risas, nuestras historias del dia a dia, nuestras penas, y poder tenernos el uno al otro para darnos animos, apollarnos a seguir adelante, compartir y crear una familia, con su gran sonrisa, su simpatia, su cariño inmesurable y mi fuerza de voluntad para que todo funcione y vaya bien, haciendo todo lo posible para no volver a cometer ningun error, ninguna tonteria, porque ya somos adultos, dos adultos que hablando por mi quizas no sepa lo que quiero, o quizas quiero pensar eso, pero que realmente puedo asegurar que si que se lo que no quiero.
Y podria decir a voz y a grito que lo que no quiero es volver a perderla si la vida me la vuelve a cruzar en mi camino.

A ti, Miley, por haberme dejado esta cicatriz tan dulce y a la vez tan dolorosa en mi corazon, que la llevare hasta mi tumba, con orgullo y con un gran recuerdo tuyo y de aquellos dias que fueron tan magicos para mi, tan llenos de amor y cariño, que quizas jamas volvere a vivir, pero el hecho de haberlos vivido contigo, ha hecho que seas una persona muy especial para mi.

Gracias Miley, no se como lo hiciste, pero has conseguido que alguien no deje pasar ni un segundo de su vida sin dejar de pensar en ti, recordarte y quererte.

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