lunes, 27 de mayo de 2013

Lujuria sin Condón -Segunda Parte-

-Segunda Parte-








Con un nudo en el estomago Miley se tiro en su cama donde se permitió llorar desconsoladamente, los silenciosos sollozos sacudían sus hombros mientras sus dos manos en forma de puños estaban pegadas con fuerza contra sus labios.

Estaba asustada.

Lo viera por donde lo viera perdería.

Sus padres ¿Qué harían? ¿La echarían?

No, quizás no, el senador Jasón no haría semejante cosa, su familia había pasado de generaciones de senador en senador y ahora su hermano mayor Zachary  luchaba por ganarse su espacio también.

Zack la apoyaría el siempre la cuidaba incluso más que sus padres.

Melanie era perfeccionista por naturaleza y cuando se enterase le reprocharía su estupidez… si ella se enteraba de quien sería el padre, seguramente le rompería el labio de una gran bofetada.

Su madre se pondría histérica pero ella no era un peligro… físico, durante años había quitado importancia a las cosas que ella hacía, despreciando sin tener intención las cosas referentes a Miley para poner siempre especial atención en su hermana Melanie.

Un sollozo logro salir de sus labios, su habitación estaba distorsionada por las lagrimas que salían de sus ojos.

Su madre, estaba tan emocionada realizando los preparativos de la boda de Melanie.

Tomo su celular  y corrió al baño cerrando la puerta una vez dentro.

Sus ojos se abrieron como plato ante la prueba de embarazo tirada en el suelo.

–Contesta –suplico con voz ahogada.

–Diga–sonó la voz de Ross al otro lado del teléfono.

–Ross soy Miley–quizás fue su voz lo que puso en alerta a su amigo.

–¿Qué te sucede cariño? –pregunto con aquella voz masculina que nadie jamás creería que es gay.

–Tienes que ayudar Ross–murmuro en un trémulo sollozo–Es-estoy m-metida en un gr-gran problema y estoy a-a-asustada–sus dientes castañeaban de miedo y frio.

–Cielo, voy para allá….

–¡No! –su réplica sonó ahogada en lagrimas–Ross hice algo est/úpido muy est/úpido–hablo rápidamente–Yo no se los dije, estaba tan avergonzada…

–¿Qué hiciste Miley? Cuéntamelo a mí, amor mío tranquilízate–agrego al escucharla sollozar.
Miley se recargo contra la puerta mientras se dejaba caer y lloraba histérica.

–M-me a-a-acosté c-o-on Nick –tartamudeo temblorosa.

Escuchó la respiración profunda que hizo Ross ante su confesión.

–Por favor, dime que no es lo que me estoy imaginando…

–¡Estoy embarazada, Ross! embarazada–replico en un murmuró, dejo caer el teléfono y temblando volvió a llorar.

–¿Qué voy ah hacer? –gritaba, escucho lejanamente la voz de Ross tras, gritándole que contestara.

Respiro profundo y tomo el celular aun con los nervios a flor de piel.

–…Maldita sea, Miley contesta el jod/ido teléfono–gritaba–¿Miley?

–Sí, ya estoy bien es solo que…–carraspeo– En momentos me entran ataques de pánico.

–Y lo entiendo cariño, esto es algo muy importante ¿Cómo te has sentido?

Miley apretó con las dos manos el celular contra su oreja como si de ello dependiera la vida.

–Bien no eh tenido nauseas más que unas dos veces y hoy me maree por primera vez–estaba tratando de pensar en algo diferente al problema en el que estaba.

–Eso es bueno, ¿Nick lo sabe?

Miley soltó un suspiro tembloroso.

–Miley ¿él lo sabe? –repitió.

–No, no lo he visto desde aquella noche…

–Cobarde hijo de…

–No, Ross él no tiene la culpa.

–No lo intentes defender,Miley, maldición el tiene que dar la cara–sonaba molesto y Miley tembló ante la idea de Nick cancelando su boda porque la hermana menor estaba embarazada de él.

–Me acosté con él cuando Nick estaba borracho, en cierta forma fui yo la que se lanzo a sus brazos–confeso avergonzada–Si yo fuera una cuñada normal y no una cuñada perdidamente enamorada, Nick nunca se abría visto en este problema.

–Miley–reprocho Ross –¿Cómo fue que Nick termino contigo estando borracho? Según se apenas y eres capaz de decirle hola, sin sentir que las mariposas viajan sobre ti.

Miley recordó que esa noche sus padres habían salido a la fiesta que se organiza en honor al aniversario de la boda de los padres de Nick.

Ella se había quedado en casa porque al día siguiente presentaba un examen.

Cuando el timbre sonó creyó que sería alguno de sus amigos pero al fijarse por la ventana y ver el jaguar azul de Nick su corazón había latido tan aprisa.

Se veía tan guapo con sin la corbata los primeros botones de su camiseta desabrochados y las mangas remangadas.

Nada más abrir la puerta había detectado el olor a alcohol.

Lo había ayudado a caminar pasando un brazo por su cintura mientras el recargaba un brazo en sus hombros.

El perfume Armani había nublado sus sentidos a pesar del alcohol aun podía detectar el perfume que tanto la hechizada.

Recordó patética, la botellita de perfume Armani que tenia escondida en su habitación siempre cuando quería recordar su aroma la sacaba y se colocaba un poco en la muñeca dejándose embriagar por el aroma que tanto le recordaba a Nick.

Él había examinado el pijama que Miley lucia.

Con una bata de seda con encaje hasta los tobillos Miley ocultaba un atrevido camisón que solamente utilizaba en la intimidad de su habitación, jamás hubiera permitido que nadie más la viera con el puesto.

Pero la bata estaba lo suficientemente apretada contra su cintura y ella había visto la forma en que Nick clavo la mirada en sus pechos un segundo antes de retirarla con las mandíbulas apretadas.

Miley había sentido sus pezones endurecerse y antes de que él lo notara se había cubierto cruzando los brazos.

–¿Por qué no fuiste a la fiesta? –su voz sonó áspera.

¿Estaba ahí por eso? Sorprendida contesto.

–Mañana presento examen y necesitaba estudiar–contesto suave.

Nick golpeo el lado derecho del sillón indicando que se sentara.

–Mis papás te mandan saludos.

Miley conocía a sus padres, los había visto unas dos o tres veces desde que Nick y Melanie empezaron a salir.

Denise era como la madre que Miley hubiera querido tener, ella mostraba el mismo amor para con todos sus hijos y nunca menospreciaba el logro de ninguno o la trataba como un fantasma más.

Su madre en cambio, solo se enteraba de su existencia cuando su Miley cometía un error.

–Gracias espero verlos pronto.

–Podías a verlo hecho hoy–replico.

–Te dije que tenía…

–Sí ya se–la corto seco–¿Tienes vida social? –le pregunto Nick frunciendo el ceño.

Miley apostaba todo lo que tenía a que Nick no estaba enterado que ella era una de las mejor atléticas del instituto y que no tenía ni idea que su mejor amiga era por muy sorprendente que pareciera la capitana de las porrista mientras que su amigo era un modelo… en algún futuro no muy lejano, Ross era verdaderamente guapo y algún día lo vería en la revista Vogue y con amigos así las invitaciones a fiestas era de alguna forma imposibles de evitar.

–Sí –contesto, se sintió herida de que él la creyera una antisocial  aunque, pensó, en realidad lo era. Un poco callada pero, siempre había pensado que si no tenias nada inteligente que decir era mejor no hablar–La tengo.

–Entonces ¿Por qué diablos no sales? –le había reprochado.

Ofendida y curiosa Miley contesto a sus preguntas.

–No me interesa salir, prefiero leer un buen libro.

Nicholas  parecía molesto al escuchar su respuesta.


–Me apuesto todo a que nunca te han besado.


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
entren a mi otro blog ya publique un capitulo de cincuenta sombra de Jonas http://myheartbestsforloveniley.blogspot.com.ar/2013/05/cincuenta-sombras-de-jonas-capitulo-12.html 

Lujuria sin Condón -Primera Parte-

-Primera Parte-

Con apenas diecinueve años Miley temblaba como una hoja frente a la prueba que embarazo.

Esta resbalo por sus manos mientras una silenciosa pero histérica Miley caminaba rumbo a su habitación.

Estaba helada de pronto tenia frio y un fuerte miedo se atenazaba en sus entrañas.

Ya se veía con la pancita del embarazo.

–¡Dios santo! –gimió ahogada.

Dentro, dentro de ella crecía un bebé.

Sus manos cayeron en su vientre casi con miedo ¿Qué haría?

Pensó llamar a Nick pero estaba segura que él no querría verla, después de aquella noche hacia casi dos meses Nick la había evitado de punta a punta.

Ya no venía a la casa y si venia se aseguraba que ella no estuviera, la única vez que lo vio fue en el sofá con su hermana sus manos entrelazadas al igual que sus lenguas.

Él la besaba casi con brutalidad y ella se lo regresaba.

Miley gimió fuerte cuando el miedo nublo sus sentidos ¿Qué iba a hacer?

Esto era su culpa, se dijo, Nick había estado tan borracho que seguramente, no, no seguramente, Nick estaba pasado de copas y ella, ella había estado tan deseosa por estar en sus brazos que no le importo.

Ella dio el primer paso recordó, y acompaño el recuerdo con otro gemido ahogado.

Ella literalmente se había lanzado a sus brazos o a sus labios.

Él se había quedado petrificado y después había batallado por librarse de ella.

–No, Nick por favor…–había suplicado para lanzarse a sus labios nuevamente.

¡Había suplicado!

Santo dios, después de unos segundos Nick había tomado sus caderas la había pegado a él mientras la recostaba en aquel sofá.

Ella había sentido su miembro restregarse contra sus vientre y había gemido.

Ni siquiera le importo cuando el metió las manos bajo su blusa y acaricio sin ternura sus pechos.

Nick era experimentado, recordó, y ella una est/úpida virgen con sueños aun más est/úpidos y sin un gramo de voluntad.

Se había dejado tocar por alguien prohibido y además borracho, había permitido que Nick tocara donde nadie, jamás había tocado.

Recordó la forma descontrolada que su cuerpo temblaba, la realidad la golpeo había sido hermoso, sí, pero ahora los temblores de esa noche no se comparaban con los de ahora.

Sentía las puntas de sus dedos frías y entumecidas sus dientes castañeaban, sus pulmones buscaban aire y ella se había acostado con un hombre que le llevaba diez años y además estaba comprometido con su hermana y para rematar el regalo estaba embarazada.

No había forma de salir del problema ¿Cuántas probabilidades había de que Nick supiera que había sido el primer hombre en su vida?

No lo sabía.

Quizás podría fingir que era de otro.

Dios pero ¿Cómo? De qué forma podría saber si Nick fue consciente de ser el primero.

Él ni siquiera… él ni siquiera, dios el simplemente  no estaba.

No tenia forma de contactarlo no era como que llegara con su hermana y dijese.

“Hey Melanie podrías decirme el numero de Nick, o decirle que quiero verlo”

Vendrían preguntas y ella, no podría contestarlas.

Ella nunca había hablado con Nick más que unas cuatro o tres veces el resto era un práctico  Hola-Adiós.
Miley, la tímida Miley, la que enterraba la nariz en libros de día y de noche la que solo tenía una amiga y un amigo gay tenía un regalito creciendo en su vientre.





Lujuria sin Condón

    Lujuria sin Condón




       Nick la utilizo y ella se dejo utilizar pero no por las razones que Nick creía, Miley estaba profundamente enamorada                                                                    del novio de su hermana.
                               ¿Cómo decirle que después de aquella noche había quedado embarazada?

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
mini nove