Nuestra vida juntos...!

Narrado por Nick. 
"Estoy embarazada"- solo dos simples palabras podían provocar mi felicidad extrema. Con los ojos llenos de lágrimas, la abracé fuertemente y besé su panza, donde ahora se encontraba "mi hijo". "Mi amor, que pasa?"- Me miró fijamente, mis ojos llenos de lágrimas, los suyos llenos de emoción. "Es que aún no puedo creerlo". Una sonrisa se dibujó en su rostro, se acercó y me besó. En mi cabeza solo daba vueltas esa noche, cuando la hice mía, esa noche en la que no me importaba nadie mas que ella. "Cariño..."- dije mientras la sentaba sobre mis piernas. "Pasa algo?" La recosté en la cama, y comencé a acariciar suavemente su panza. "Creo... que hay que dar un paso adelante"... "A que te refieres?" "Estas embarazada, y bueno..."- me paré frente a ella, y saqué una caja de mi bolsillo. "Quieres ser mía para siempre?" Abrí la caja, un anillo dorado, y sus ojos llenos de lágrimas. Comenzó a llorar, emocionada, rompió en llanto y me abrazó. "Cariño... Por supuesto! Te amo mas que a mi vida". Besé su cuello, un suspiro escapó de sus labios.
****
Pasaron dos años, y todavía no puedo creerlo. Noto en los ojos de Molly un brillito particular, un brillito en esos ojos celeste intensos, tan hermosos como los de Miley. "Mamá..."- Los ojos de miley se llenaron de lágrimas. Esas lágrimas de emoción, esas lágrimas de alegría. "Su primera palabra"- Fue lo único que pudimos pronunciar. "Acabas de hacerme el hombre más feliz, miley"- la abracé fuertemente, y volví a besar su panza, en tan solo 3 meses sería padre por segunda vez. Ya pasó un año de nuestra boda, y aún no puedo olvidar ese día. Ella, con el vestido blanco perlado en el altar, sus ojos llenos de emoción, todos sonrientes, emocionados, felices. "Nicholas Jerry Jonas, acepta como esposa a la señorita miley cyrus, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?" "Acepto". "Miley Cyrus, acepta como esposo al señor Nicholas Jerry Jonas, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?" "Acepto" "Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia". Ese beso único, el que nunca voy a olvidar. El nacimiento de Molly y la boda marcó un antes y un después en mi vida... "Cariño, te noto extraño... Pasa algo?" "No.... solo son los hermosos recuerdos de nuestra vida juntos..."- con una gran sonrisa en mi rostro, me acerqué y la besé, mientras Molly miraba, divertida, mientras jugaba con sus muñecos....

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

perdon por no haber subidos y es que me quede sin Internet y no tenia relacion alguna con la civilización, fue una locura 1 una semana sin Internet es horrible! :(

Espero que les guste el one shot.Besitos!!!!

Without You...

Tome mi teléfono, marque su número pero no pude llamar, soy una idiota, como pude hacer y decir tantas estupideces. Tenía ganas de llorar pero me contuve. Nos dijimos palabras tan horribles ambos, y me dolieron la palabras que el me dijo, por qué todo tenía que ser tan difícil ahora de grandes? Cuando éramos unos niños todo era diferente. Hace unos 20 minutos que el había salido por la puerta de nuestro apartamento completamente furioso y me dijo que me no me quería, que ya no quería estar conmigo, que jamás iba volver! Y yo le dije que eso me importaba tan poco que quería se podría ir a donde el quisiera, que me tenia arta que lo odiaba! La lagrimas Caían de mis ojos. Desde Hace 15 años que nick y yo estábamos juntos. Tome aire y tire el celular, mi lagrimas caían con mas frecuencia, Yo había sido la culpable de la pelea, Tal vez debí preguntar antes de montar la escena de celos más fuerte de mi vida, Comencé a gritar y el se enojo tanto que también empezó a gritar. Todo era claro, MI VIDA EPESTABA SIN EL! Mi teléfono comenzó a sonar, lo tome con la esperanza que fuera Nick, pero No, no lo era. Conteste el teléfono a mi mejor amiga, que decía no se que tantas cosas pero menciono a Nick MUCHAS VECES, el timbre sonó y camine a abrir la puerta, Comencé a prestarle atención a mi amiga, ella decía que Nick había hablado con ella entonces pregunte de que, mientras abría la puerta, y lo vi parado ahí, con su chaqueta favorita puesta, nos miramos por un largo tiempo.

-          Perdóname Mi amor, Yo..yo.. – Esa era mi NICKI pidiéndome disculpas por algo que el ni siquiera había empezado, colgué el teléfono y me lancé en su brazos.

-          No nicki, Perdóname tu a mí, pero es que tuve un ataque de celos y todo se me fue de la manos -dije llorando.

-          No llores mi princesa, sabes que todas esa cosas que grite no eran ciertas, Eres la persona que más amo en este mundo Miley, Quiero estar contigo eternamente y siempre volveré, porque mi lugar es junto a ti!

-          Yo no te odio, te amo con todo mi corazón, lo sabes no?

-          Lo se mi Miley-dijo antes de darme un enorme beso, Lo amaba tanto- No hay otra mujer en mi vida más que tú, tienes que entenderlo Princesa, Mi vida apestaría sin ti.

-          Igual que la mía –sonreí.

Después de ese momento, estuvimos besándonos y recordarnos cuantos no amábamos.   No recostamos en la cama y nos abrazamos, mientras el me susurraba lo mucho que me amaba. Mi vida no podría ser mas llena de amor, el lo es todo para mi, esto es simple: “Mi vida sería un asco sin el”.

FIN 

Mi amuleto de la suerte

PARTE 1
Esa era la razón por la que amaba su cámara, podía llevarla a todos lados y captar cosas maravillosas, como él. El chico de la guitarra que era simplemente hermoso; tenía el cabello rizado y corto, ojos pequeños de color marrón a los que el sol le sacaba pequeños destellos, nariz respingada y labios carnosos; los hombros anchos brazos fuertes y dedos ligeros que se movían como una pluma sobre las cuerdas. Todo esto sin mencionar los 1, 80 que debía medir, lo bien que tocaba y la hermosa voz con la que entonaba una canción.

Era sin duda la mejor voz que había escuchado en su corta vida, pero ella, como cineasta, captaba algo más. Pasión, como si su voz, su guitarra y las palabras que entonaba fueran lo mejor de la vida. Y lo entendía, para ella, su cámara era su posesión más preciada.

El chico la miró, o más bien a la cámara, y dirigió una fugaz sonrisa que desapareció casi al mismo tiempo que la esbozó. Lorayne se alegró de poder haberla captado con la cámara. La canción terminó con unos cuantos acordes, y el chico sostuvo la última nota hasta que los vestigios de los acordes no se volvieron a escuchar. La gente que estaba escuchándolo comenzó a dispersarse, algunos dejándole propinas y billetes en el estuche que se encontraba en el suelo, pero ella se quedó ahí de pie, con la cámara encendida y enfocada en los movimientos del cantante.

Nick se sentó en el borde de la fuente y comenzó a afinar la guitarra, al menos hasta que se percató que la chica de cara bonita y vestida desarregladamente aun seguía enfocándolo con la cámara. Finalmente levantó la cabeza y la observó. Si, era bonita, llevaba el cabello castaño dorado atado en una coleta y el flequillo para un lado y lacio hacía resaltar unos hermosos y grandes ojos de un profundo color azul; vestía una remera de los Rolling Stones, un short de un azul desgastado y Converse blancas.

-¿Puedo ayudarte? –preguntó. La chica lo miró con el ceño fruncido y luego hizo una mueca a la cámara.
-No, no, tú sigue haciendo lo que hacías –le dijo sin mirarlo.
-¿Entonces que tal si tú me ayudas a mí? –esta vez lo miró, curiosa. Asintió con la cabeza-. ¿Puedo saber por qué estas filmándome?
-Ahh, eso. Soy aspirante a cineasta, y hoy estoy filmando todo lo que me resulte interesante, y tú lo eres –le sonrió-. Tocas muy bien, y cantas aún mejor –lo elogió.
-Gracias.
-Eres músico, supongo.
-Algo así.
-¿Algo así? –Ella soltó una corta carcajada-. Amigo, en esta vida o eres o no eres.
-De acuerdo, soy aspirante a músico –dijo con las mismas palabras que ella había usado antes.
-Eso está mejor –apagó la cámara-. ¿Eres de por aquí?
-No, soy de Nueva Yersey.
-¿Yersey? ¿Qué se te perdió en Nueva York? –dijo divertida.
-La suerte. ¿Estudias cine?
-Si, pero no aquí. Estoy visitando a mis padres. ¿Tú escribiste esa canción? –otra vez volvió a ponerlo a él como tema principal. Nick no tuvo más remedio que asentir.
-Junto con unos amigos.
-Me gustaría oírlos. Si tú suenas muy bien entonces juntos deben ser excelentes.
-Me gustaría que los de las disqueras pensaran igual –dijo desanimado.
-¿No han tenido suerte?
-No mucha –admitió.

Miley no pudo hacer caso omiso a su instinto por ayudarlo. Su padre lo amaría si lo escuchase, era la clase de chico que le gustaban a las adolescentes: jóven, guapo, con buena voz… seguramente no se negaría. Pero para eso, miley debía hacer algo grandioso, algo a lo que Mark Seill no pudiera negarse.

-Ven conmigo –le dijo-. Tu buena suerte acaba de llegar.
-¿Bromeas no? Ni si quiera te conozco –ella se encogió de hombros.
-No hace falta. Créeme, soy tu amuleto de la suerte, serás una estrella muy pronto.
Nick pensó que estaba loca. Simplemente se había quedado ahí filmándolo, y ahora le decía que lo convertiría en una estrella. Tal vez estuviera loca, pero quizá ella es lo que necesitas para dar el salto a la fama, dijo una voz. De todas formas no tenía nada que perder. Sin más, se puso de pie.
-Por cierto estrella, ¿cuál es tu nombre?
-Nick, Nick Jonas.
-Nick Jonas hoy, autor de los discos más vendidos mañana. ¿Y tú y tus hermanos tienen un nombre para la banda?
-Nick Jonas and The Administration.
-Interesante… es un gran nombre.
-¿Y cual es el tuyo?
-¿El mío qué? –preguntó confundida.
-Tu nombre




-lucky –le dijo acompañado de una sonrisa. Nick la miró atónito.
-Debes estar bromeando –ella rió.
-En realidad si. Pero no hace falta que conozcas mi verdadero nombre. Lucky es mi nombre artístico y se me conocerá así cuando sea una gran cineasta.

Nick no le hizo más preguntas, tenía miedo de saber las respuestas. Lucky (o sea miley) era una chica rara, excéntrica, pero tenía una mente increíblemente astuta e imaginativa, y lo demostró cuando sus amigos se reunieron con ellos en el Central Parck y de ahí, miley los guió hasta un estudio, uno verdadero y de lo más moderno, equipado con diferentes guitarras, dos baterías y varios micrófonos. Estuvieron ahí metidos al menos tres horas, siguiendo las indicaciones de Miley y haciendo lo que ellos sabían ante la cámara. Al final, ella les aseguró que el demo había quedado perfecto. Les dio un CD a ellos y ella se quedó con otro.

-Bueno Nick, fue un placer haberte conocido –le dijo mientras sus amigos iban por el auto y ellos dos los esperaban en la acera.
-Lo mismo digo, aunque de verdad me gustaría saber tu verdadero nombre.
-Lo sabrás en su momento, lo prometo. Pero hasta entonces, no te olvides de Lucky –se sacó una de las muchas pulseras que llevaba en la muñeca izquierda; era de goma, de color negro y en letras rojas decía: “you make your luck” y se la entregó.
-No, no puedo aceptarla.
-Claro que puedes, es para que recuerdes que debes tener fe y para que recuerdes mi nombre. Además, soy cineasta, estas son las cosas que nos impulsan a filmar –le sonrió y lo tomó de la mano para ponerle ella misma la pulsera-. No me olvides cuando seas una estrella.
-No podría aunque no me convirtiera en una –ella negó con la cabeza.
-Debes dejar de ser tan pesimista –le reprochó. Sin poder evitarlo, Miley se acercó a él y lo besó en la mejilla, deteniéndose unos segundos ahí para sentir la tersura de su piel y luego se alejó-. Y gracias por haber confiado en mí –lo saludó con la mano y una sonrisa antes de alejarse caminando.

1 año después.
Nick se encontraba sentado en un gran sillón de cuero en el estudio de Marck Saill dueño de “Saill Records”, esperando a la mujer que filmaría el primer video de la banda. Según Mark, ella era grandiosa, y haría un gran video de lo que sería la cancón principal del disco, “Who I am”.

-Señor Mark, Miley está aquí –le anunció la asistente.
-Genial, hazla pasar por favor Lily.
-Hola papá –escuchó que decía una voz reconocida. Inmediatamente levantó la cabeza y se encontró con Lucky besando en la mejilla a Mark. ¿Era real? Ambos debieron darse cuenta de su cara de asombro ya que rieron a coro-. Te dije que era tu amuleto de la suerte.
-Bueno, los dejaré para que trabajen –luego de despedirse de su hija, de recordarle a ella que debía trabajar y no jugar, y lanzarle una mirada de advertencia a Nick, se retiró.
-¿Cómo…? Esto es… increíble.
-Lamento haberte echo esperar tanto –le sonrió-. Que tal si luego de que te cuente lo que tengo planeado me invitas a comer algo.
Nick sonrió. En verdad ella era su amuleto de la suerte.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Kiss Me...

Enamorada de mi mejor amigo, no podía ser más estúpida. ¿Cómo es posible? Aun no entendía porque Cupido lanzo su flecha a mi corazón, no entiendo como enamorarme de mi mejor amigo, es como estar enamorada de un hermano, un pecado y algo extremadamente raro.
Nadie lo sabía, solo yo y mi almohada que almacena todos mis secretos más profundos. Nicholas, era un chico hermoso no hay palabras para describirlo, físicamente estaba como para volver loca a cualquiera.
Cada vez que estaba con él era mi mejor momento, cada segundo se convertía en el más importante. No puedo descifrar con exactitud cuándo empezó este amor hacia él.
Un miércoles normal en el pasillo del colegio, guardaba mis útiles para así dirigirme hacia la sala de francés.
- ¿Qué te parece si hoy tu y yo salimos miley? – pronuncio mi rizado amigo –
- Salir? Hoy? – pregunte – No lo creo Nick, sabes cómo son mis padres no tengo permiso para salir entre semana, y menos un miércoles – cerré mi casillero –
- Tienes razón – se cargo por los casilleros – Y, que harás hoy? – me miro –
- No creo que haga nada, lo normal estar en casa ya sabes. Aunque, porque no vas tú a la fiesta? – hice lo mismo que él –
- No sería igual, yo quería ir contigo – mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal –
- Yo también, aunque tú conoces más que nadie a mis papás, sería un ‘no’ rotundo… - le explique –
- Pero, no pierdes nada con preguntar. ¿No es cierto? – se puso enfrente de mí–
- Nick… - me interrumpió –
- Pregúntales, y si dicen que no. Entonces invitare a Evelyn – sonrió –

Al escuchar ese nombre salir de su boca, me invadió un odio repentino. Odiaba a Evelyn, pero a Nick le caía muy bien.
- ¿Qué? Me estás hablando en serio Nicholas Jonas – exclame en tono serio –
- Oh, vamos miley. Solo una salida de amigos, ni más ni menos, sé que no te cae bien… - le interrumpí –
- ¡LA ODIO! Y lo sabes – le recordé – No puedes ir con otra?
- Contigo… - mi corazón volvió a latir rápido –
- Lo intentare, ok?
- De acuerdo. – me sonrió – Debo irme, nos vemos en la cafetería luego. – beso mi mejilla y se fue dejándome estática en aquel lugar –

Odiaba las clases de idiomas, no comprendía nada y siempre sacaba notas bajas. Termino la hora, y salí para encontrarme con Nick en la cafetería lo vi sentando, camine hacia él pero me detuve de pronto al ver como Evelyn se sentaba en su mesa.
- Maldita perra – susurre –

Camine un poco más hasta quedar detrás de la estúpida de Evelyn, lo único que ella hizo fue mirarme y seguir hablando con Nick, quien me miraba un poco ¿asustado?
Me senté al lado de mi amigo, y ella paro de hablar. Hasta que continúo.
- ¿Qué quieres miley? No ves que estoy hablando con Nick, además de fea ahora eres idiota. – rió sola –
- Y tú no te das cuenta que sobras aquí? – exclame tranquila –
- ¡JÁ! No sé quien se sentó sin ser llamada…
- Me parece que eres tú, nadie te llamo, porque no te vas con tu estúpido grupito de idiotas. – la mire desafiante –
- ¡Apá! Me parece que estas equivocada, Nick me llamo porque quería hablar conmigo. Y ahora, ¿Quién sobra? – levanto una ceja –

Yo mire a Nick, esperando una respuesta el solo dijo.
- Yo la invite, miley…

Con la rabia acumulada, me pare y salí de allí. Me encerré en el baño, y mi celular no paraba de sonar era él, Nick.
Escuche el timbre sonar pero no hice caso, falte a los dos horas de antropología, que poco ahora me importaba.
Volvió a sonar mi celular, esta vez era Cristina una de mis amigas.
- ¿Qué paso Cris? – dije –
- ¡MILEY! ¿Dónde estás? ¿Por qué saliste así de la cafetería? Todos están preguntando por ti – era Nick –
- Sabes, marcaste el número equivocado soy miley no Evelyn. – conteste irónica –
- Pff – rió – No me importa esa plástica, acaso crees que de verdad quiero salir con ella? – rió -
- Entonces, porque la llamaste? – le cuestione –
- miley… Lo que pasa es que ella es mi cuñada, novia de Joe. Te acuerdas? Yo te lo dije…

Ahí fue cuando recordé que Nick me había dicho que era novia de su hermano. Sonreí como una idiota, y reí por la estupidez que acababa de hacer. Salí del baño y fui hasta donde se encontraba mi amigo.
- Nick… - me interrumpió –
- La verdad no sé porque reaccionaste así pero, no lo vuelvas a hacer – sonrió –
- Claro, lo siento Nicholas – me sonroje –
- Sabes que quiero… - me miro –
- Que Nick? – lo mire seria –
- Que me beses – se acerco – Bésame miley – me quede completamente inmóvil en mi lugar, no sabía qué hacer, que decir. Mientras que Nick se iba acercando hacia mi boca–y por fin me beso ese hermos y magico beso del que siempre soñe

Fin....