Nick se levanto tan rápido como un rayo, al igual que Miley, él la coloco tras el cubriéndola de la mirada furibunda de Melanie.
–Esta no era la forma en que quería que te enteraras, Melanie será mejor que hablamos en privado–hablo Nick.
–¿Cuánto jod/ido tiempo llevas foll/ándote a la pu/ta de mi hermana?
–No le digas así–ataco Nick–Hablemos en privado, somos personas adultas evita hacer una escena que solo empeorara las cosas.
Pero Melanie no lo escuchaba todo a su alrededor se había vuelto rojo y el único punto en el que podía pensar era en ir tras su hermana y arrancarle las greñas.
–¿Una escena? –repitió incrédula y rápido corrió hacia él Miley salto un pasito hacia atrás y por reflejo se llevo las manos al vientre.
Nick tenía la mandíbula apretada y toda ternura se había ido de sus ojos mientras sujetaba con fuerza a Melanie.
–¡Cálmate! –grito por encima de sus berridos.
Melanie consiguió zafarse de los brazos de Nick y lo primero que tomo fue el cabello de Miley entre sus manos.
Miley grito y pronto tomo las muñecas de Melanie, estaba pálida y eso a Nick lo asusto.
No podía tirar de Melanie sin lastimar a Miley.
La puerta del cuarto se abrió y entraron a toda prisa para observar la escena.
–Melanie–grito Miley por encima de los gritos de su hermana–Me estas lastimando…
– ¡Ya basta! –gritó su padre.
Tiro de la muñecas de Melanie pero esta se aferraba con todas su fuerzas.
Nick no sabía que hacer no había forma de separarlas de pronto en vez de ser una víctima Miley que estaba al igual que Melanie inclinada hacia abajo alzo una de sus rodillas, se escucho el grito de Melanie y en cuanto esta aflojo el agarre Nick tiro de Miley pasando un brazo protector por sus hombros y pegándola a su pecho.
Con el rostro distorsionado por la rabia Melanie lanzo una mirada furiosa a Miley mientras se llevaba la mano a la nariz.
No había sangre pero el golpe debía de haberle dolido.
–Si no llego seguro crean un hijo–escupió.
Todos parecían confundidos a excepción de Joe.
Miley se tenso en sus brazos, Zack apretó la mandíbula al igual que el padre de Miley.
Sus papás debían de estar abajo con la mamá de Miley porque solo veía a Kevin, Frankie y Joe.
Pronto el padre de Miley tiro de ella al tiempo que Zack se lanzaba sobre Nick, vio la rabia en los ojos del senador Jasón al mirar a Miley, Melanie no había perdido el tiempo y ya iba rumbo a atacarla nuevamente pero Frankie la alcanzo y le cerró el paso.
Melanie gritaba diferentes insultos hacia su hermana.
–No Zack–gritaba Miley–Ya basta–chilló.
Nick coloco el brazo para evitar otro golpe de Zack, pero cuando este acertó por primera vez en su mandíbula le fue imposible mantener los puños en paz y ataco con la misma fuerza.
De reojo miro como Miley era arrastrada hacia afuera, sus hermanos se lanzaron tras Zack.
–¡Joe! No dejes que se lleven a Miley –grito Nick y a cambio de su distracción el puño de Zack se cerró con fuerza en su mandíbula tirándolo a la cama.
Miley chillo de horror al verlo caer y ver como Zack se lanzaba hacia él.
–Basta, basta, ya basta–gritaba a todo pulmón pasando los alaridos de Melanie.
Ella se puso tan pálida que Nick asustado acertó con toda su fuerza la mandíbula de Zack tirando a este al suelo y desconcertándolo por unos segundos.
Paso a un lado de Melanie y vio al padre de Miley discutir con Joe, no pidió permiso y tampoco lo quería.
Tomo el brazo de Miley y tiro de ella la pego a su cuerpo y camino recto alejándola de todo ese ajetreo.
–Miley vuelve aquí.
Nick la sintió tensarse.
–No amor ahora están muy enfadados déjalos que se tranquilicen–hablo rápido al escuchar los pasos del senador tras ellos–Vámonos–suplico.
Ella asintió y Nick tiro de su mano, ambos bajaron por las escaleras donde se encontraban la mamá de Miley y los padres de Nick.
–¿Nicholas que esta pensando? –pregunto su papá.
–Te lo explicara Joe papá ahora tengo que irme.
–¿Miley a dónde vas? –su madre parecía desconcertada mientras pasaban a su lado.
Pero Miley no tuvo tiempo de contestar cuando Nick y ella ya salían por la puerta principal.
Nick desactivo la alarma del jaguar con el mando y abrió su puerta de acompañante, Miley se deslizo dentro ni siquiera había notado que estaba descalza y con el cabello suelto hasta ese momento.
Vio a Nick rodear el auto y subirse a toda prisa.
La puerta se abrió al tiempo que Nick arrancaba y su padre gritaba su nombre con voz en vela.
Un escalofrió la recorrió. Su vida y la de Nick habían dado una vuelta de ciento ochenta grados en menos de media hora.
El silencio fue incomodo entre ellos mientras las luces de las casas pasaban como un borrón frente a la vista de Miley.
A pesar de todo lo sucedido solo una cosa rondaba por su mente en ese momento.
¡Él me quiere! Pensó y las comisuras de sus labios temblaron en una sonrisa trémula.
–Si me dices lo que callas quizás yo también pueda sonreír.
La sonrisa se desdibujo de sus labios y se sintió mal por Nick, los problemas los golpearían a los dos pero sin duda Nick no había recibido todos los golpes por esta noche.
Toco su vientre y tembló ante la idea de decirle que estaba embarazada ¿Cómo se lo iba a decir?
–No, no–dijo rápidamente –Vuelve a sonreír–pidió.
–No hay motivo para reírse –dijo–Lo que acaba de pasar solo es el inicio de los problemas, conozco a mi papá y sé que en este momento me debe estar maldiciendo en más de doce idiomas o quizás esa sea mi hermana–intento bromear.
–Quizás y muy probamente no seas la única a la que estén maldiciendo, espero no creas en la brujería porque seguro tu hermana utilizara hasta eso.
–No–la plática con él era tan fácil de llevar que ni cuenta se dio que estaba volviendo a sonreír.
–Así me gusta–Miley frunció el ceño ante sus palabras.
–¿Qué cosa, que cosa te gusta?
–Cuando sonríes, ríes muy poco y nunca te he escuchado soltar una carcajada.
El ceño fruncido se trasformo en una mueca.
–Claro que no suelo reír hasta quedarme sin aire y mis ojos lloren.
Nick la miro por unos segundos con el ceño fruncido.
–Nunca te he escuchado ¿Cómo te llevas con tus padres?
Miley gimió.
–Con mi papá bien, mi mamá bueno no es tan malo pero la mayoría del tiempo tiene más atención en Melanie… por si no lo notaste se parecen mucho, yo soy más parecida a mi papá y Zack.
–Amén por eso.
–¿Por qué lo dices?
–Digamos que me alegra que seas diferente a Melanie.
–Melanie te gusta…–dejo la pregunta al aire, Nick lo noto y soltó una sonrisa.
–Me gustaba durante los tres primeros meses de relación, después fue tanta rutina que me sentí asfixiado.
–Mientes, no lo hagas.
–No te miento estoy hablando muy enserio.
–Estuviste con ella dos años y le pediste que se casara contigo, hace cuatro meses–recordó –Nadie y menos tú estaría tanto tiempo con alguien que te enfada y mucho menos se compromete–finalizo.
–Sí cuando hay algo que te interesa de por medio–Nick se veía claramente irritado.
–Así ¿y qué es? –su voz detono el sarcasmo.
–Tú.
Miley soltó un profundo suspiro.
–Yo…–lo vio apretar los dientes y los dedos quedar blancos por la presión al volante– No te creo.
–Me lo esperaba.
–¡Porque estarías con mi hermana, si la que te interesaba era yo!
–Al principio solo fue cariño Miley –murmuro–Me parecías solitaria y cada vez que me intentaba acercar tú te alejabas.
–Continua.
Nick tomo aire y sus dedos dejaron de hacer tanta presión al volante.
–Después te deje de ver durante un tiempo–murmuro–Solo te veía cada uno o dos meses.
–Eso que tiene que ver…
–Todavía falta lo mejor–dijo él–Cuando fue tu cumpleaños número dieciocho yo iba con la idea de verte aun en vaqueros o con aquellas faltas hasta la rodilla rosa pálido ¿Qué tienes con el rosa pálido?
–Me encanta y continúa.
–Se te ve bien–dijo.
Miley se calló decidida a escuchar lo que él tenía por decir.
Con un suspiro Nick continúo.
–Cuando entre a la casa–parecía tenso al recordarlo–Me quede anonado al verte, te veías preciosa con aquel vestido de un blanco tan virginal, tus hombros relucían con el brillo plateado que te habías colocado ¿sabes lo que pensé?
–No–susurro.
–Quería ir y ver qué tanta resistencia tenían esas tiritas que sostenían el vestido, pero cuando te giraste y degaste al descubierto toda tu espalda quise llegar por atrás y pegarte a mi pecho, tenías dieciocho años y yo veintiocho.
–¿Tanto te importa la edad?
–En aquel entonces sí.
–Me estás diciendo que desde entonces me querías.
–No–murmuró–Desde entonces te deseaba.
–Me deseabas–Miley abrió los ojos sorprendida.
–Sí, y me sentí como un enfermo mental al hacerlo–soltó.
–Porque te parecía demasiado joven.
–Te hubieras asustado al saber las cosas que pensé esa noche.
Una oleada de deseo sobresalto el cuerpo de Miley, era extraña y no le gustaba en absoluto como se sentía era como si de pronto la invadiera un dolor de huesos.
–Después de esa noche todo se me confundió los primeros meses evite ir a tu casa y cuando te volví a ver estabas con Ross –era su imaginación o Nick sonaba celoso.
–¿Ross?
–Si el rubio con él que estabas cuando te vi, te decía cielo o dulzura.
Miley sintió deseos de reír, Ross la llamaba así a ella y a Victoria pero para él era tan casual como respirar.
–Sí y también me dice amor mío, amor, querida, cariño y a los hombres les dice guapotes.
–¿Qué? –Los ojos que hasta hacia unos segundos echaban chispas ahora parecían perplejos–¡Es gay!
–No–se negó rotundamente a que alguien que no fueran ella o Victoria lo llamara así.
–¿No?
–Le gustan tanto mujeres como hombres, yo y Victoria le decimos gay cuando nos enojamos con él pero es bisexual aunque tiene más preferencia por los hombres.
–Miley…
–¿Qué?
–¿Es gay?
Ella soltó un resoplido.
–Deja el morbo no te diré nada de él ¿Cómo pudiste no notarlo? –agrego después.
–Actúa muy bien.
–¿Qué cosa?
–Cuando está contigo ¡por si no lo notas! Tiene roces piel con piel y te dice palabras cariñosas.
–También lo hace con Victoria...
–Bueno eso ya no importa–declaro Nick.
Miley recargo la cabeza en el respaldo del asiento.
Miraba la carretera cuando Nick tomo su mano a la espera de que el semáforo cambiara a verde.
Giro la cabeza y lo encontró mirándola.
–¿Qué?
–Nos interrumpieron en el mejor momento.
Miley se sonrojo.
–Esto…ya se a que te refieres no lo nombres porque me avergüenza.
Nick sonrió cuando detecto el color subir a sus mejillas.
–Lo lamento no te había visto en meses y el celibato no es mi fuerte.
–¿Celibato? Te estabas comiendo a mi hermana él día que los vi en el sofá.
Nick hizo una mueca.
–No me recuerdes ese día–luego sus cejas se alzaron–Nos viste ¿Qué tanto viste?
–No lo suficiente para ver como creaban bebes–aseguro y sintió el latir acelerado de su corazón recordar su embarazo.
Nick resoplo, atrajo una de sus manos a su pierna sosteniendo su mano con la mano izquierda y conduciendo con la derecha cuando el semáforo se puso en verde.
Miley observo sus manos entrelazadas.
–No fue más que ese beso, te lo juro si te hubieras quedado un poco más habrías notado que no pasó nada.
–¿Cuándo fue que llegaste a la conclusión de quererme?
La mano de Nick aferro la suya.
–Hace tres días estuve completamente seguro o no, mejor dicho lo acepte completamente, cuando lo supe, el día que hice el amor contigo ¿Y tú?
–Primero me pareciste atractivo y luego cuando el solo hecho de verte me ponía nerviosa–ella agradeció la oscuridad mientras subían la colina hacia la casa de Nick sabia que se estaba poniendo vergonzosamente roja– Primero fue un enamoramiento tonto–gruño–Después bueno se convirtió en algo doloroso de ver.
Nick sonrió ante sus palabras y con el pulgar acaricio la cara interna de su muñeca.
Miley sufrió un escalofrió.
–Lo siento, todo fue mi culpa.
Ya era hora de sacar el tema, pensó, pero la vista de una preciosa casa estilo victoriano la dejo sin aire, Nick recorrió el camino mientras Miley admiraba la intimidad que la casa ofrecía, era de noche pero pudo ver una casita a lo lejos con la luz encendida.
–Hay vive Brenna–su mano era insoportablemente notoria mientras acariciaba su muñeca–Es el ama de llaves y se hace cargo de toda la casa.
–¿Ella mantiene la casa sola?
Nick rió.
–No el resto suele venir dos o tres veces por semana pero Brenna es muy especial y no le gusta ver a tantos extraños por la casa, le agradaras.
Un temblor recorrió su cuerpo, cuando Nick paro frente a la puerta y salió del auto, Miley se deslizó fuera antes de que el llegara.
Una vez dentro no pudo admirar ni por tres segundos la casa antes de que una sensación de mareo la recorriera.
Nick la tomo por los hombros.
–¿Estás bien?
El suelo enfriaba sus pies y sus brazos desnudos sufrieron un escalofrió.
–Sí–se negaba rotundamente a dejar el tema para después–Nick que vamos a hacer, creo que me debí de haber quedado mis padres se pondrás aun más furiosos con las cosas que seguramente le debe de estar diciendo Melanie de mi y tus padres estaban ahí que van a pensar…
Nick la calló sellando sus labios en un beso, no quería pensar, pero las cargas que llevaba eran más fuertes que nada, quería llorar y a la vez quería correr el tiempo atrás y que nada hubiera pasado.
Ella en verdad estaba en problemas.
–Miley deja de preocuparte–masajeo sus hombros mientras acariciaba con sus labios los de ella.
–No puedo–murmuró y su aliento se mezclo con el de Nick–Estoy más asustada de lo que nunca lo eh estado en mi vida.
Él unió sus labios durante unos segundos y luego se separo de ella.
–Ven–murmuro tirando de ella.
Sin ánimos de resistirse ella lo siguió.
La fatiga empezaba hacer mella en ella.
Subieron las escaleras y lo que antes había sido indiferencia empezó a tornarse en anticipación ¿a qué? Su cuerpo parecía saberlo pero ella en verdad lo desconocía.
No le gustaba verla así se veía demasiado frágil, como si de un momento a otro se fuese a romper y todo era su culpa.
Tenía deseos de no haber estado con Melanie, si nunca se hubiera involucrado con ella no estarían es este problema.
Estiro un brazo y atrajo el cuerpo de Miley al suyo, ella coloco su mano en su pecho mientras caminaban.
Sabía que estaba tensa y este no era el mejor momento de retomar lo que había sucedido en su habitación y él estaba demasiado caliente para pensar en algo más.
Abrió la puerta de una habitación de invitados.
–La habitación de haya es la mía–murmuro beso su frente–Te traeré algo de ropa, no tengo nada femenino pero veamos que te puedo prestar.
Se iba girar cuando ella levanto su rostro y capturo sus labios, eso, se dijo, era todo lo que necesitaba.
Siguió su beso con una actitud perezosa, su cabello se enredo en sus dedos y los finos y fríos mechones acariciaron sus brazos.
Ella se restregó a su cuerpo al suyo y Nick la estrujo en sus brazos.
Miley metió las manos bajo la chaqueta de Nick acariciando su torso sintió los músculos de Nick estremecer ahí, por donde ella tocaba.
Él beso aumento de calor y cuando los labios de Nick se desprendieron de los suyos, Miley echo la cabeza hacia atrás al sentir como sus labios se arrastraban por la blanda curva de su cuello.
El teléfono sonó pero ninguno de los dos presto atención.
–Deberías atender–murmuro Miley contra sus labios.
Nick gruño.
–Que se jo/da–Miley no supo cómo pero cuando vio un destello blanco salir volando por la parte derecha y supo que era su blusa dejo de importarle, sus dedos fueron rápidos mientras desabotonaba la camiseta de Nick y una anticipación creció en su vientre extendiéndose por sus piernas.
Las manos de Nick acariciaron la espalda de ella y sus dedos fríos causaron escalofríos a su piel, Nick desabrocho él sujetador y subió sus manos a sus hombros para sacárselo al tiempo que acariciaba sus brazos.
El teléfono dejo de sonar y segundos después la voz de Melanie sonaba histérica por el contestador, Miley se encogió al escuchar su voz, Nick rodo los ojos mientras soltaba un taco y corría a desconectar el maldito aparato de un tirón.
No pasaron ni tres segundos cuando Nick la tomo en sus brazos sin darle tiempo a pensar y no quiso pensar suspiro de alivio cuando sus pechos se pegaron al torso de Nick.
Ella aun permanecía con los pantalones al igual que Nick pero en cuestión de segundos se vio a sí misma completamente desnuda mientras les daba una patada a sus pantalones.
Nick empezó a avanzar al tiempo que Miley retrocedía hasta que sus piernas rozaron la cama.
Ninguno de los dos se tomo el tiempo de mover la colcha, Nick tomo su nuca y rodeo su cintura con un brazo al tiempo que Miley se dejaba caer en la cama.
Él la cargo y con una rodilla la ayudo a colocarse en el centro de la cama.
Miley gimió en sus labios y se sacudió cuando las manos de Nick recorrieron con maestría su cuerpo desde su cuello hasta el centro de su feminidad, masajeando en los lugares correctos.
Las manos de Miley se deslizaron a lo largo de su espalda mientras Nick profundizaba el beso metiendo y sacando su lengua en una clara promesa de lo que pronto vendría.
Él separo con una mano sus muslos aun más dejándola completamente expuesta, esto no se parecía en nada a la noche de hacía dos meses.
Sus manos acariciaron con tortuosa pereza la cara interna de sus muslos, rozando su feminidad pero sin llegar a tocarla.
Miley se arqueo debajo de él y desprendió sus labios de los de Nick.
El beso su barbilla y bajo por su cuello hasta besar y mordisquear su hombro bajo incluso aun más y justo cuando Miley creyó que no podría ser mas dolorosamente placentero Nick cerro sus labios sobre su pezón mientras con una mano acariciaba al otro y la otra mano se entretenía en sus muslos.
Sentía su piel en carne viva, donde Nick la tocaba parecía ser una parte erógena, la última noche con él no se había sentido así.
Sus dedos por fin se enterraron en ella y Miley gimió con fuerza.
¡Dios! chilló en su mente.
Su cuerpo entero se convulsiono, había leído que las mujeres podían llegar al orgasmo solo con eso pero nunca lo había creído, los labios de Nick pasaron al otro pezón mientras dedicaba la misma atención, Miley sentía los nervios de su cuerpo tensarse y un segundo después todo exploto y se sintió ligera mientras caía en espiral.
Nick levanto la cabeza y capturo sus labios, ella se aferro a él desesperada por seguir en aquella marea de placer.
Y segundos después cuando Nick la penetro fue su perdición.
Nick la embistió con lentitud tratando de ser dulce pero ella estaba demasiado excitada para eso y sabia que él se estaba conteniendo, abrió los ojos y miro que Nick tenía los ojos cerrados con fuerza y las venas se marcaban gruesas en sus brazos.
Enrosco las piernas en su cintura y tiro de él enterrándolo con fuerza en su interior
Fue la perdida de ambos las embestidas fueron largas, rápidas y profundas.
Pronto ambos se encontraron camino al placer, Miley rasguño su espalda en busca de alguna tabla de salvación y con un fuerte gemido enterró su rostro en su cuello.
El cuerpo de Nick brillaba por el sudor y cuando se dejo caer encima de ella sus cuerpos estaban cubiertos de una fina capa de sudor.
Miley beso la sien de Nick y recordó con acritud no haber podido tener en sus brazos a Nick la primera vez que estuvieron juntos.
Nick se giró y arrastro a Miley con él manteniéndolos unidos de forma intima.
Extrañamente esa idea la excito.
Se acurruco contra él colocando una mano sobre su pecho sintió contra su palma el latido frenético del corazón de Nick.
–¿Nick? –ese era el momento que más temía, pero decidió darle la cara ahora no podía alargarlo más.
Él sonrió perezoso mientras deslizaba su mano hasta la cadera de Miley haciendo círculos caricia que erizo la piel de ella.
–Tengo algo que decirte–murmuro–Es importante–agrego.
–Te escucho–dijo y su voz sonó burlona.
Miley apretó los dientes.
–La noche que estuvimos juntos–empezó y cerró los ojos con fuerza–No usamos nada.
Se mordió el labio a la espera y casi se hizo sangre al ver que él no hablaba.
–Yo no tome nada–agrego.
La caricia en su cadera paró.
Y juro sentir que su propio corazón se detenía por un segundo de puro miedo.