domingo, 16 de junio de 2013

Lujuria sin Condón-Cuarta Parte






Nick vio como Miley se deslizaba hacia a el suelo frente a su ojos, rápido como un felino se agacho para tomar su espalda antes de que esta tocase el suelo, sintió la mano de otra persona y al levantar la mirada se encontró con los preocupados ojos de Zack, la lógica le decía que la soltara pero su instinto posesivo pedía a gritos cuidar de ella.

Así que sin hacer caso a su lógica la jalo pegándola a su pecho pasó una mano por debajo de sus rodillas y la alzo en brazos, Zack estaba demasiado aturdido para replicar así que se limito a seguirlo.

–¿Dónde está su habitación? –su voz sonó ronca por la preocupación.

–Arriba al final del pasillo a la izquierda–respondió Zack a sus espaldas.

Nick subió de dos en dos mientras escuchaba a la mamá de  Miley decirles que Miley jamás se había desmayado y el taconeo rápido de su hermana Melanie al correr hacia el teléfono al igual que él aviso de su madre al decir que Joe su hijo era doctor.

A su espalda se escuchaban los pasos de Zack y Joe quienes lo acompañaban hacia el cuarto a lo lejos se escuchaba la voz de Melanie intentando calmar a su madre.

Pero nada de eso le importaba lo único que le importaba era aquel cuerpo que yacía inconsciente en sus brazos.

Al llegar la mano de Zack se adelanto y abrió una habitación bañada en colores perla, rosados y pequeños toques de color burdeos.

La habitación tenía un exótico estilo victoriano.

Zack retiro el edredón y Nicholas coloco con cuidado la cabeza de Miley en la esponjosa y fría almohada, con cuidado coloco su cuerpo en una posición cómoda.

Tan pronto él la dejo en la cama,  Joe lo lanzo a un lado y tomo su pulso mirando su reloj.

–¿Cómo se encuentra?

Las palabras fueron pronunciadas por Zack antes de que Nick tuviera tiempo de hablar.

–Tiene el pulso acelerado y esta fría.

Segundos después apareció Frankie con el maletín que Joe siempre llevaba en su auto.

–Salgan un momento–dijo mientras empezaba a desabotonar los primeros botones de su blusa.

–Soy su hermano la eh visto en menos que eso–aseguro, cuando Miley había nacido Zack ya rondaba los dieciséis.

Joe miro a Zack y asintió y luego hecho una mirada a Nick que daba a todas luces su inconformidad con su presencia.

A pesar de eso Nick no se movió ni un milímetro.

El sujetador rosa pálido cubierto de encaje despertó el deseo de Nick, cuando su hermano coloco el estetoscopio en el pecho de Miley Nick lo siguió con la mirada y en cualquier otro momento su bragueta hubiera sido vergonzosamente asaltada por su miembro al ver los cremosos y pequeños pechos de Miley.

Eran del tamaño suficiente para que sus manos los cubrieran.

El rostro de Joe se deformo por una mueca.

¿Algo andaba mal? Se pregunto.

Le tomo la presión y su ceño se frunció aun más.

–¿Qué tiene? –pregunto incapaz de aguantar la incertidumbre por un minuto más.

Cuando Joe se levanto le hizo una seña a Zack quien pronto abrocho los botones de la blusa de Miley solo hasta el inicio de sus pechos dejando el cuello descubierto.

–La encuentro bien, pero tiene la presión alta–se giro a Zack – ¿Hay algo que la preocupe?

Sí. Respondió Nick para sí, yo, se dijo, yo soy el culpable de que este así.

Se había quedado anonado cuando descubrió que Miley era virgen, daría lo que fuera por haber sido más tierno, pero no se arrepentía, se dijo, ella había sido tan receptiva en sus brazos y al descubrir su virginidad su deseo no se había apagado, todo lo contrario dentro de él algo había cambiado y lo había sentido.

Ella era suya y eso en aquel momento lo había asustado, serian tantos problemas, su familia y la mía, su hermana.

Había intentado sacarse aquella noche de la cabeza, había intentado estar con Melanie en aquel mismo sofá pero su cuerpo no respondía y sus venas no se hinchaban como cuando Miley lo tocaba.

Ella lo había poseído aquella noche, como en el último año, se había masturbado pensado en ella y justo por ese motivo porque estaba llegando a sus límites se había decidido comprometer con Melanie.

Le encantaba cuando la veía sonreír y ansiaba como nunca había ansiado nada escuchar una carcajada salir de sus labios.
Lo asustaba. Nunca se había sentido así.

Pero aquella noche en la fiesta veía a sus padres tan felices que sintió un piquetazo al corazón y al mirar a Melanie él lo supo, no estaba con la persona correcta y él ya no era un niñato que se dejara guiar por temor a lo que las personas murmuraran.

Y al tener a Miley en sus brazos se había sentido en el paraíso y  su corazón lo supo incluso antes de que su cerebro lo aceptara.

La quería ella todas las mañanas, tardes y noches de su vida, quería despertarse y dormirse con ella a su lado.

Dios, lo deseaba más que nada.

Y por ello estaba aquí, esta noche todo acabaría.

–…será mejor que la dejemos descansar–finalizo Joe, Nick estaba tan metido en sus pensamientos que no había escuchado nada–Vamos salgamos.

Zack se quedo tras ellos y quito los zapatos de su hermana para después cubrirla con el edredón.

Lo vio besar su frente y sintió celos de él al no poder hacer lo mismo.

–Te quiero pequeña–susurro contra su frente.

Una vez afuera Joe empujo a Nick contra la pared del pasillo mientras Zack se quedaba dentro con su hermana.

–¿Qué mie/rda crees que hacías? –gruño–Debiste dejar que la cargara Zack viste la cara de tu prometida.

–Me importa un car/ajo la cara que hubiera puesto–ataco.

–Nick–la voz razonable de Joe lo hizo rechinar los dientes–Tienes que dejarlo estar ya, se te está yendo de las manos.

La carcajada seca de Nick hizo que los vellos de la nuca de Joe se erizaran.

–Por si no lo has notado–agrego con sarcasmo–Ya se me fue de las manos, Melanie ya ni siquiera me calienta.

–Por un jodido polvo vas a enviar todo al trasto.

–Miley no es un polvo…

–Sí, sí lo es y más vale que lo sepas, lo que te sucede es que te obsesiona porque no te la puedes llevar a la cama.

La sonrisa de Nick dejo helado a Joe.

–Hijo de pu/ta–soltó pasando una mano por su rostro. –No me lo puedo creer, jod/er Nick es una niña.

–¡No es una niña! Al parecer no la has visto hace un momento.

–Para ti si lo es–se corrigió.

– ¿Por qué? –gruño–Kevin tiene treinta y cinco ¿sabes cuántos años tiene Katherine? –Recordó lo obvio– Veinticuatro desde la última vez que la vi tenia veinticuatro.

 Sin más argumentos, Joe recurrió a algo que sabía vendría pronto.



–¿Qué vas a hacer con Melanie? ¿Y qué sucede con los padres de Miley? Mejor aun ¿ella te quiere o todo es tu jod/ida imaginación? –gruño–Y cabe decir que te tendría que querer muchísimo porque su familia es la principal pared que tendrá–dijo y luego agrego– Ya veo a su madre organizando tu boda con ella y a Melanie tan feliz en la fila mirando cómo se casan, lo primero que recibirás cuando canceles todo será un buen golpe en el cu/lo.

–No me importa–Nick no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

Con una mueca Joe suspiro y apretó el hombro de su hermano.

–Entonces suerte para ti–parecía cansado–La vas a necesitar y ella también.

–Necesito pedirte un favor–le dijo antes de que Joe se girara para marcharse.

–Si puedo lo hare.

–Necesito hablar con Miley y no puedo si adentro esta  Zack–sus ojos suplicaban y lo sabía pero no le importaba.

–Y como car/ajo quieres que yo lo saque.

–Dile que lo mejor es que ella repose y que sería mejor bajar a calamar a los demás.

–Y tú, se supone que creerán que desapareciste.

–Yo estaré en el baño–contesto.

Joe asintió y Nick se escondió en la habitación continua.

Escucho los murmullos de Zack y Joe y pronto el sonido de sus pasos alejándose.

Cerró la puerta tras de sí, esperaba encontrar a una Miley inconsciente pero lo que encontró fue una Miley hecha ovillo mientras lloraba en silencio con sus hombros sacudidos por los sollozos.

Tenía las manos en el vientre como si le doliese el estomago y la mitad del rostro enterrado en la almohada.

Su abundante cabello negro estaba desparramado sobre la almohada, Nick  se sentó a un lado de ella y sintió su espalda tensarse.

Como si supiese que él estaba ahí.

–Soy Nick–murmuro, la parte lógica de su cerebro y el abogado que había dentro de él le gritaba que se alejase pero la parte emocional pedía con más fuerza que la estrechara en sus brazos.

Y así lo hizo, tiro de ella hasta colocar su cabeza contra su pecho.

Ella permaneció tensa durante unos segundos antes de que su cuerpo se amoldara al de él.

Suspirando Nick acaricio su larga cabellera, la peino con los dedos y cuando sus dedos tocaron la carne caliente de su espalda no pudo evitar recordar la última noche que la había acariciado.

Él beso su frente, sus labios lloraron en protesta porque lo que de verdad quería era tomar su labios y enterrar su lengua entre sus labios.

–Tranquila–susurro.

Ella beso su cuello y el autocontrol de Nick se tambaleo.

¿Ella había respondido al beso que él le había dado en la frente?

Apretó sus labios alrededor de ella y pidió con voz ronca.

–Vuelve hacerlo.

Al instante los labios suaves y calientes de Miley rozaron su cuello.

Nick hundió los dedos en el cabello de Miley, mientras ella lo besaba en el cuello, manteniéndola ahí su lengua raspo su manzana de Adán y la cordura que le quedaba salió volando.

Atrajo sus labios a los suyo y pronto se encontró devorándolos con ansia, la bragueta de su pantalón se estiro a límites insospechados acaricio con su lengua la cara interna de su labio inferior urgiéndola a abrir los labios para él, cuando ella lo hizo Nick la ataco con abre sus lenguas se entrelazaron en una lucha de voluntades.

Un ronco gemido salió de la garganta de Nick cuando Miley se restregó contra él. La empujo hacia atrás colocándola de espalda a la cama se subió encima de ella sin desprenderse de su beso ni un solo segundo.

Ella rodeo su cuello con los brazos y acaricio su espalda con sus manos hasta subir y enredar sus manos en su cabello, hundiendo sus dedos en sus chinos, para regresar nuevamente y acariciar su espalda haciendo que el cuerpo de Nick sufriera escalofríos.

–¿Me quieres Miley? –las palabras brotaron de sus labios.

–Sí no te has dado cuenta, no tiene sentido que te lo diga–murmuro ella con los ojos cerrados.

–Mírame y dímelo–pidió con voz ronca de emoción.

Ella alzo la mirada y Nick pudo leer el deseo pintado en esos ojos aun más oscuros de su cabello.

–Te quiero–susurro ahogada de emoción.

Nick capturo sus labios y la beso nuevamente bajo por la curva de su cuello desnudo y Miley se arqueo al sentir la caricia.

–Di mi nombre–susurro contra su oreja.

La escucho gemir y sonrió mordiendo su oreja–Vamos Miley, di mi nombre.

–Nick–gimió cuando el capturó el lóbulo de su oreja excitándola más–Nick–repitió mientras lo sentía tocar sus pechos por encima de la blusa.

–Nick también te quiere Miley–murmuro y capturo sus labios nuevamente.

–¿Qué dijiste?

–Que te quiero– repitió.

Ella lo beso con más urgencia que hacía unos momentos.

–Repítemelo–pidió entre beso y beso.

–Te quiero–susurro él.

La puerta se abrió y ambos escucharon el grito ahogado de una mujer.

Miley se quedo helada y Nick se tenso por completo.

–Hija de pu/ta–chilló Melanie–Miley… tú… cab/rona–vocifero–Pu/ta–chilló.







1 comentario:

  1. Apenas acabo de leer todo, espero que Nick defienda a Miley de Melanie, y se vayan los dos

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