Y bueno, la hora había llegado. Eran las 7 en punto y debía
salir rumbo al lugar en el que Nick y yo habíamos quedado en vernos.
¿Cómo era que esto había llegado tan lejos? Al principio, él
solo era un chico que quería salir con mi mejor amiga, al cual estaba ayudando
a aquello. ¿Cómo había terminado enamorada de él? No sé.
Nick Jonas. Él es el tipo de chico que usa camisetas blancas,
grises y negras sin estampado, con cuello en V y pantalones normales. Ni muy
holgados ni muy ajustados. Es serio, caballeroso, sincero, y es difícil de
hacer enojar. Él sería el mejor presidente que podríamos tener. Creo que tiene
una gran madurez, para su edad. Aunque, cuando tiene la oportunidad, o cuando
la situación lo amerita, se comporta como un niño. Algo que amo de él.
Sus ojos. ¡Por todos los santos! Ojos cafés y pequeños. Ojos
de regalo, como dice Emily, mi mejor amiga. ‘’¡Qué los abra!’’ le grita para
molestarlo. Tiene la capacidad de hipnotizarme (e idiotizarme) con una sola
mirada, de 3 segundos. Nariz respingada. Tiene lunares esparcidos en
zonas estratégicas. Tiene una preciosa (y provocativa) boca en forma de
corazón.
El chico perfecto, ¿no?
¿Cómo lo conocí?
Bien. Principalmente, él toma el autobús a la escuela conmigo.
Cielos, es difícil creer que jamás lo haya tomado en cuenta. Después de un año
de tomar el autobús juntos, lo conocí, por medio de otro chico de mi clase.
-Quiere salir con Selena.
Fue lo primero que supe de él.
Vaya, en ese entonces, yo sólo lo veía como un chico guapo.
Después de que mi amiga lo despreciara un sinfín de veces, él se rindió. Yo
charlé con él, no más de 10 minutos. Le dije que un día mi amiga se arrepentiría
de ello. Me sonrió.
Y, entonces, pasó…
En ese mismo instante, el corazón me palpitó con fuerza, el
aire dejó de entrar en mis pulmones, el mundo entero dejó de existir, y lo
único que pasaba por mi cabeza, era:
-Mierda…
¿Mierda? ¿Qué clase de pensamiento es ese? Se estarán
preguntando.
Pensé eso, porque esas son las principales cosas que sientes
cuando te enamoras.
Recuerdo que sacudí mi cabeza y le dije que tenía que irme a
mi asiento a buscar mi celular. Él volvió a sonreír y me dieron ganas de golpearlo.
Si volvía a sonreír me enamoraría más.
Los días siguientes, lo encontraba en todas partes en la
escuela. Al ir al baño (él iba saliendo del de chicos, claro está), en la
cafetería, en el enorme campus… ¡Vaya! Hasta en mis sueños aparecía el maldito.
-Ya me voy, mami-Besé su mejilla y salí corriendo, antes de
que hiciera preguntas acerca de a dónde iba.
-No llegues tarde-Fue lo que alcancé a escuchar, antes de
cerrar la puerta.
Nos empezamos a acercar. Hablábamos casi a diario, tanto en la
escuela como en Facebook. De repente, parecía que éramos íntimos amigos.
Recuerdo el día que supo lo que siento por él. Fue un lunes, y
yo iba entrando a mi salón. Joe, el chico por el que nos conocimos, me llamó
del otro lado de la sala.
-¿Sí?-Le sonreí.
-Me dijeron algo y quiero que me digas si es verdad-
Me hinqué
frente a su banco, quedando a su altura.
-Suéltalo-Le volví a sonreír.
-¿Te gusta Nick?-Oh, jod…
Me quedé en silencio, mientras mi amigo reía y me pedía una
respuesta, hasta que dije:
-Mi silencio te lo dice, ¿no?-Entonces, se puso de pie, me
hizo ponerme de pie y me abrazó.
-¡Oh, Miley!-Me estrujó fuertemente y yo reí.
Días después de eso, yo me digné en hablarle y preguntarle si
ya sabía. Él fue el primero en saber, según dijo.
-Primero, me sentí… extraño. No sé. Después, me puse a pensar,
me empezaste a gustar y con el tiempo te empecé a querer.
Juro que el mundo se me detuvo. Era feliz, por primera vez
luego de mucho tiempo.
Luego de semanas de coqueteo, bueno, pues, me invitó a salir.
Y era justo a donde iba. A nuestra cita.
Ahí estaba él. Camisa color vino, pantalones grises y sus
converse negros. Su cabello perfectamente peinado. Cuando me vio, una sonrisa
nerviosa se asomó por sus labios.
-Hola-Saludó, moviendo la mano.
-Hola-Besé su mejilla y el corazón se me detuvo unos momentos.
Caminamos por ese pequeño parque por unos minutos, luego nos
sentamos.
Escuela. Lo que habíamos hecho en este pequeño tiempo que
llevan las vacaciones. Exámenes de segunda oportunidad. Vaya, estaba cansándome
hablar de la escuela. Cambiábamos de tema, pero él insistía en saber mis
calificaciones.
-¿Te he dicho que amo a Demi Lovato?-Lo había mencionado una,
dos… tres mil veces. Tal vez más.
-Sí. Sé que te casarás con ella-Rió a carcajadas.
-No rías. Es real-Si bien, no es algo que escuches todos los
días, yo lo decía por el gran amor y admiración a esa mujer.
-Un día de estos, ella caerá del escenario, habrá vidrios, y
no, no pequeñeces, grandes vidrios que le atravesarán el corazón y morirá-Lo
golpeé con fuerza.
-¡Calla! En tu vida digas eso. Doy mi vida por la de ella-Se
echó a reír.
Y así, continuábamos peleando por lo mismo, hasta que me crucé
de brazos y él sabía que en serio me había enojado.
-¡Miley! No te enojes-Me abrazó, haciendo que mi corazón se acelerara
y la piel se me erizara.
-Sí, me enojo.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-No…
-Sí…
Lo miré. Nuestros rostros estaban separados por milímetros, lo
que provocó que mi pulso se acelerara. Mi mirada iba de sus ojos a su boca, y
la de él estaba igual. El ruido alrededor se fue, al igual que el mundo entero.
Sólo estábamos él y yo.
Y entonces, sentí la gloriosa presión de sus labios sobre los
míos.
Era lento, suave, dulce, delicado. Pero, aunque lo fuese, yo
no podía seguirle el ritmo. No me cabía en la cabeza lo que estaba ocurriendo,
hasta después de 20 segundos, caí en cuenta de que era verdad que Nick Jonas y
yo nos estábamos besando.
-Creí que nunca lo harías…-Susurré, separándome un poco de sus
labios.
-Pero lo hice-Sonrió, antes de besarme de nuevo.
FIN:B
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apesar de que nadie comenta en este blog lo mismo subire one shot...asi que si lo leen espero que lo disfruten niñas...XD